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Itata vive un despertar extraordinario, que revaloriza la honestidad y humanidad del vino. Un despertar que, como la aurora y el canto de sus pájaros, representa el inicio de cada día. Este vino renueva nuestro compromiso con esta tierra antigua, sus frutos y con quienes la trabajan.
Aromas son minerales y herbales, acidez energética, sabores profundos y largos, en boca notas a miel y especias.
El mosto fermentó espontáneamente con sus pieles. La fermentación duró 5 semanas. No usamos sulfitos durante la vinificación ni durante la posterior crianza.
Luego de la fermentación con las pieles en tinaja (marzo – abril), el vino sigue su crianza sin movimiento en la misma tinaja con sus pieles por otros 9 meses (abril – diciembre). En diciembre drenamos el vino, prensamos los orujos, juntamos la gota con la prensa, decantamos estáticamente – sin clarificantes - durante 5 semanas para luego embotellar.
Semillón
Valle de Itata - Guarilihue
Mariscal frio, pescados como atún, salmón y albacora.
2019
12º C